Los Puntuales (esos que siempre regresan)
Fecha de estreno: 22/11/2013
Lugar de estreno: Teatro Argentino, Sala TAE
Género: Teatro,
Sumario
Sinopsis
Un sueño militante, querer salvar el mundo, deviene en invadir Hollywood. Algo que brota en un territorio intervenido por discursos abandonados, por promesas vacías y la imposibilidad de comunicarse. Y los desechados, los Rumians, que desgatados repiten su historia persiguiendo aquello que los saque a la superficie.
Entonces, el encuentro con Ronald Mcdonalds que desciende. Ha perdido todo y a duras penas ha logrado rescatar su cabeza. Su ánimo de expansión sigue intacto. Aun en su miseria encuentra el siguiente combo, sucursal y McLand. El paisaje muerto de una catacumba, que sólo transitan Los Puntuales, aquellos que siempre regresan. A la misma hora de siempre recorren, miran y continúan. Cristalizados, profilácticos, asépticos, buscan un sentido que no se satisface, con la sospecha de que hoy algo puede cambiar.
Miradas que se cruzan, visiones de mundo que se chocan con el mundo.
Propuesta
Un encuentro es elegir un punto de la línea, un momento en el cual se da lugar a la ilusión de que la sucesión se detiene. Un encuentro nos permite pertenecer a algo, por ejemplo: a un lugar, a una persona, a un perro, a un pequeño destello de luz roja (una ciudad en llamas). La puntualidad, por razones obvias, es encontrarse en un momento preciso. La duración de este encuentro no es lo más importante porque entran en juego otros elementos como las temperaturas, las intensidades, la música y los silencios (no tan relacionados con la cantidad, sino con la calidad de lo que sucede), que le dan en apariencia cierto relieve al encuentro plano en la línea. En este sentido, Los Puntuales, es el cruce de tres recorridos. 1. El de los Rumians, un grupo de discursos abandonados y desechados en una catacumba, que deciden ascender. 2. El de Ronald Mcdonals que desciende a la catacumba buscando refugio de un mundo que lo ha rechazado. 3. El de Los Puntuales, espectadores que trazan una diagonal entre los dos anteriores, buscando un sentido que satisfacer: que en el teatro, hoy, tal vez esto que sucede puede cambiar, que alguien será un héroe, un humano no tan humano, un humano que cambia. Ilusión con la que juega el teatro en sí: Cada vez que hay teatro, cada vez que se produce, el mundo se puede cambiar. Dramaturgia discursiva El espacio es intervenido por discursos rumiantes, que son masticados una y otra vez en el interior del portador de dicho discurso, buscando el momento para poder externalizarlo. Para ello se utilizan fragmentos de textos que se incrustan en el devenir de las situaciones. Esto también permite distinguir distintos niveles de rumias: 1. Rumia colectiva: se utiliza un texto en común, de carácter rítmico y enumerativo, que crece y decrece en intensidad y volumen. Materializa y refleja una mente colectiva confusa, llena de preocupaciones y fijaciones, un estado de subterráneo colapsado en hora pico. 2. Rumias individuales: lapsus donde se ponen en juego las miradas propias de mundo, uso de textos breves y particulares, momentos íntimos al borde de lo domestico. 3. Rumias arbitrarias: materialización de un imaginario, rupturas formales y plásticas, momentos coreográficos, elementos que poetizan la propuesta general y sirven de nexo entre las situaciones. La incrustación de distintos textos permite el armado de un guión y de voces que profundizan el mecanismo de rumia. Exigen el uso de una lógica distinta, tanto en el decir como en el escuchar. Se han utilizado textos de Guillermo Saccomanno (Cámara Gesell); Camilo Blajaquis (Poemas de su blog); Diego Valeriano (Capitalismo Runfla, del Blog Lobo Suelto); Platón (La República); Alain Badiou (entrevistas); Colectivo Estación Zombi (Remundancia) y también textos propios. En el caso, por ejemplo, de la novela Cámara Gesell no sólo ha servido para darle la voz al portador Modus Operandi, sino que ha sido una referencia como dispositivo. Su carácter coral y lo saltos en el tiempo y en el espacio de lo que se narra, la ruptura de una forma lineal a través de lo incompleto, han servido para el armado del mecanismo de cómo contar en escena. La hipótesis y sospecha con respecto a estos materiales es que todo texto es literario hasta que se demuestre lo contrario.
Dramaturgia del actor
En este sentido la propuesta actoral no es la construcción de un personaje, sino la de un portador de discurso. Un cuerpo que es contaminado por las rumias, haciéndolas carne a través de acciones repetitivas y precisas que en algunos casos se irán desgastando, en otros refinando. Aun en el silencio, en la oscuridad, el movimiento es constante, porque es constante el discurso que quema el interior. El nivel de fijación es tal que irremediablemente surge la imposibilidad de comunicarse. No hay relación ni vinculo ni diálogo con el otro, excepto en lo concreto de compartir un mismo territorio, de estar perdidos en el mismo mapa. Es el espectador el que traza con su mirar, conectando puntos invisibles y atomizados, una diagonal que cruza los guetos individuales en el intento de encontrar un sentido a lo que ve.
Dramaturgia del espacio
Espacialmente se plantea la construcción de una urbe marginal (yuxtaponiendo imágenes y conceptos espaciales de las villas miseria). Esta urbe está compuesta por los restos de escenografías y maquinarias que el mismo Teatro Argentino ha desechado y dejado en el espacio. Al mismo tiempo se los intervendrá con materiales como bolsas de nylon, cartón corrugado, plástico, que provienen del mundo del cartoneo. Esto elementos también están fragmentados, reducidos a su estructura lo que permite su movimiento para el armado y desarmado de las situaciones, generando distintos niveles y relieves dentro del paisaje.
Dramaturgia del espectador
El espectador es un punto dentro de este paisaje y por su ubicación, el espacio parece envolverlo y muchas veces arrinconarlo, sosteniendo la idea de un recorrido estático. El espectador no transita el espacio, será el espacio el que se mueva y lo atraviese.
Se le plantea también al espectador dos posibilidades para ubicarse:
1. Fila de sillas: desde esta perspectiva la mirada abarca todos los espacios (tanto el Espacio de Rumia Colectiva, como el de Visión de Mundo).
2. Fila de banquetas: En mayor cercanía y contacto con los espacios performativos, parcializa la mirada e implica un movimiento en el lugar si se quiere ver aquello que sucede a sus espaldas (por este motivo el uso de banquetas y no de sillas, para que el respaldo no sea una molestia al girar)