Propiedad:ReseniaColaborativa

De Nodos
Revisión del 18:44 7 nov 2017 de Facu (discusión | contribuciones) (Se creó una propiedad de tipo Has type::Texto)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a: navegación, buscar

Esta es una propiedad de tipo Texto.

Se muestran 17 páginas que utilizan esta propiedad.
C
Una obra que vincula la danza, el teatro y la música a través de sus personajes y vivencias. Anclada en los años cuarenta, dos almas se cruzan desde dos posiciones diferentes, y podemos observar en cada hecho la transformación de la vida de sus protagonistas, no siempre para bien. Obra que pareciera poner en juego la dialéctica del amo y el esclavo a través de la dominación masculina hacia la mujer tan anclada en la sociedad, al punto de llegar a las peores consecuencias. Un escenario donde todo se cruza, se mezcla. Todo danza y ronda o merodea en torno de todo en una red que a veces es visible, y muchas otra es invisible. Como la vida. (Reseña de Alejandro G. Lonac)  +
E
"En el transcurso de la obra queda al descubierto la distancia entre lo que puede ser una interpretación institucional y parental (…) Por un lado, la institución y los padres como mundo adulto, que les exige responsabilidad, obediencia, rendimiento, y por otro lado están estos pibes que a partir de este encuentro comienzan a cuestionar algunas cosas y cobrar una conciencia de empoderamiento, de saberse con derechos y con necesidad de ser escuchados también por el mundo adulto." (Reseña de Tómalo con calma, Radio Provincia FM 97.1)  +
A poco de iniciada la función la protagonista logra fascinar, no solo al público infantil, de manera instantánea. De cualquier edad y hasta el más "electrónico-dependiente" de ellos, quedan cautivados hasta el final de la obra. Los inesperados y divertidos recursos del movimiento, junto a una atractiva producción de dibujos en vivo, van ilustrando y enriqueciendo un relato simple pero eficaz. Todo aderezado con una buena selección de piezas musicales y una sugestiva propuesta de iluminación. (Mónica Champredonde)  +
La cercanía de un cuerpo, un gesto y la respiración como un vaivén que me hace bailar. La curiosidad manda, el cartón se abre y el mundo de colores despierta. Se arma y desarma y en el desarme nos sorprende otro camino. Un mundo dentro de una caja, entre colores y relieves de tanta vida en el museo. No tengo tiempo de preguntarme de dónde vinieron, hay que jugar, es necesario. Es imprescindible seguir las reglas, estas reglas. Porque el juego no es chiste: la construcción de los universos nace allí. Nada de andar haciendo por ahí lo que me dé la gana. Esto es cosa seria. Saltando mundos e ideas. Así, como pintada, ella nada en el aire y sentimos el agua, Comenzar un dibujo, las líneas aparecen y dejan colores que dibujan la ropa, saltan el aire y cantan con todas sus voces. Cada quien a su lugar y a los otros lugares. Cuando abren el juego y no queda otra más que entrar, rodearse de dibujo, color y música. Volar en una caja. Colgarme de la pared. La obra que somos se pone interesante cuando soñamos. Todos los viajes. Y otra vuelta más.  +
Tres personajes cargados de peculiaridad y de miserias, son arrastrados, como por la corriente del agua que lo inundó todo, hacia una vieja habitación abandonada en un hotel del interior de la provincia bonaerense. Buscarán el modo de llegar a su ciudad soñada, pero no podrán escapar de ellos mismos. Una obra que pone a la actuación como caballo de batalla. (reseña colaborativa por Alejandro G. Lonac)  +
Como una fruta, la obra nos propone pasar por las cascaras, la superficie, donde el positivismo, la disección a través del lenguaje y la despersonalización parecen la forma de comunicar y crear. Pero no nos deja solo en esa cascara, nos invita a pasar a la pulpa jugosa y suave para llegar al carozo de la cuestión y sugerirnos otro modo de ver las cosas, desde dentro, comprometidas y comprometidos,relacionandonos, preguntandonos y acompañandonos. En escena las interpretes hacen este cambio pasando desde la vinculación desafectada a realmente compartir la escena, y es ese paso de lo frío a lo bellamente tibio, de lo duro a lo suave, del dolor al placer, lo que termina de profundizarnos y conmovernos. (Reseña por Alejandro G. Lonac. Colaborador)  +
L
"Lo uno no se explica sin lo otro" es un acto de causalidad, es una consecuencia,pero también es una búsqueda y una toma de decisión. Parecida a un acto psicomágico, logramos ver en escena la búsqueda de una intérprete, no por interpretar la obra, si no por interpretarse a sí misma.Es que esta búsqueda de reafirmación es un laberinto invisible, es una duda cartesiana que requiere despojarse de todo para poder encontrar recién tal vez alguna certeza. Así comienza la pieza con la desnudez de una artista que se pregunta por ella en la escena misma y comienza a encontrarse frente a nos. A partir de allí la danza y la interpretación lúdico-dramática se irán desenvolviendo como el hilo de Ariadna pero que está vez no guía al héroe masculino, sino a la mujer expuesta que arriesga en vivo. La danza, que por momentos es lucha, contra ella misma, contra lo que fue, contra lo que no quiere y a favor de su corazón a través de preguntas físicas que al liberar la mente liberan también la acción, pasa por recursos visuales ricos y está siempre atrayendo sentido.Es una obra que ya no podrá separarse de la artista, como la artista no podrá separarse de la obra. Porque esta obra hecha por otra persona sería sencillamente otra obra. Porque también hay reciprocidad e indivisibilidad , por eso lo uno no se explica sin lo otro.(Reseña colaborativa por Alejandro Gregorio Lonac)  +
La contemplación de cuerpo entero de cada cuerpo, esa que escapa al sentido de la vista porque la desborda. Es inconmensurable como un mar Contemplo con mi historia. Con mis recuerdos, con mi deseo. Con mis anhelos de otro tiempo. Puedo olerla, imaginarla de un color.  +
Esta versión de la isla desierta, interpretada por teatro ciego, se basa en la exploración de recursos alternativos a la vista, como los sonidos, los olores y las sensaciones. Esto permite una original y excitante utilización del espacio ya que se desdibuja la barrera tradicional entre público y actores/actrices que se suele dar en las puestas en escena más convencionales. La sala a oscuras es un gran escenario que muta de forma, donde se va evocando con ayuda de nuestra imaginación las voces, los relatos y nuestra propia percepción de lo que sucede. Como personas socializadas en esta cultura más bien occidental en donde el eje de nuestra vida cotidiana pasa por la visión, esta propuesta teatral es una invitación a ceder el control, a confiar en otra persona para saber que está pasando, desligarte de ese sentido tan sobreexplotado por nosotres , para darle lugar a la incomodidad de no saber (porque no ver muchas veces nos significa no saber) porque a veces esta bueno salir de nuestros lugares de comodidad para poder sentir las cosas de otra forma.  +
Una mujer y un teléfono, de fondo la espera por una llamada, una operadora y una época de díficil comunicación. Quien está al otro lado del teléfono: un hombre ausente en escena, se hace presente en la angustia vivida por ella tras la ruptura de esa relación amorosa y la única conexión que queda con él es ese cable que transporta su voz. Esta adaptación de la Voz Humana, obra francesa de 1930, interpela sobre la dependencia de una mujer quien cree respirar y vivir por aquel quien cree amar, siendo una mirada sin tapujos a los pensamientos y deseos de una mujer, este monólogo da lugar a desnaturalizar lo estipuladamente normal de una relación tóxica, aún cuando ya no es solo un teléfono, sino una red social, un whatsApp o un visto a un mensaje, lo que mantiene o no, un vínculo amoroso. '''La Voz Humana es una obra recomendada, una introspección a los sentires más silenciosos de una mujer que sufre por amor'''.  +
Con recursos de lo absurdo y evocando máquinas, los y las intérpretes nos sumergen en un mundo claro aunque nada explícito, donde todo parece estar dicho, pero sin embargo se re significa constantemente. Cuando las máquinas bajan su intensidad comienzan a asomar los humanos que nunca se habían ido. (reseña colaborativa por Alejandro G Lonac)  +
Cuando los movimientos mecanizados empiezan a difuminarse en los sonidos, empieza el viaje: esas melodías armonizan y alteran la percepción de dos seres y su posible encuentro. Los Oniros invitan al espectador, en esa mística que provee el escenario, a descubrir, a imaginar y a construir otros mundos, los ingredientes para esto son cada gesto, cada mirada y el usos de sus cuerpos como sustitutos de la evidente palabra. '''Una ingeniosa puesta en escena que lo hará viajar al mundo de Los Oniros'''.  +
M
María Delfina es un eslabón del género trágico, casi extinguido por su complejidad. No basta un dilema, ni un acto de hybris, ni el fobos, ni la intransigente fatalidad, son necesarios además, la vehemencia en la palabra, el texto sublime, la épica y la dulzura de la poesía en los parlamentos de los personajes, los precisos movimientos corporales que no pierden la elegancia para afirmar que la obra se enmarca dentro de lo trágico. Marta Ledri Profesora en Castellano, Literatura y Latín. Investigadora y escritora de crítica literaria.  +
R
Humor y música, dos recursos de los que se valen los intérpretes para llevarnos de viaje por una variada cantidad de historias alocadas. Si a esa mescla sumamos la originalidad y el trabajo imaginativo para valerse de variedad de paisajes en un espacio vacío de escenografía, tenemos la ruta perfecta para disfrutar una buena noche. (reseña colaborativa por Alejandro G Lonac)  +
T
"Tras los pasos de Jekyll & Hyde" está basada en el clásico de Robert Louis Stevenson ("El extraño caso de Jekyll & Hyde") escrita en 1886, que Emilio Bersain supo adaptar y traer a la actualidad con creces. Los tres actores en escena logran desdoblarse y transformarse al interpretar a más de un personaje, a través del cuerpo y la voz, que modifican según la ocasión. En el escenario hay pocos elementos pero suficientes para que se imaginen puertas claves, ventanas que son testigos de lo que sucede, calles protagonistas, casas y objetos. La música original y la iluminación son importantes para lograr ese efecto y transportar al espectador a las diferentes situaciones que solo con su mente pueden ver. "Utterson (amigo personal de Jekyll), Poole (mayordomo) y la sirvienta de la casa del Doctor descubren en el laboratorio el cuerpo de… ¿Henry Jekyll?". Todo comienza con un interrogante que da pie para contar lo sucedido con el extraño ser. Estos tres personajes son los protagonistas del relato que ponen todo el tiempo en juego la dualidad del sujeto, lo bueno y lo malo, lo moral y lo inmoral, pero sin juzgar. La trama, mezcla de suspenso, policial y ciencia ficción, es atravesada por el humor, principalmente a cargo del mayordomo Poole quien "mete bocadillos" con términos utilizados en la actualidad, pero también está presente en los textos y las gestualidades de los demás personajes. Una obra que atrapa de principio a fin, mantiene expectante al público y lo lleva por diferentes estados anímicos. Una magistral actuación donde la química entre los actores no pasa desapercibida. -Emilia Baucero Miotto-  +
Una obra rica en disparadores de imágenes sensoriales que van envolviendo al espectador en una atmósfera húmeda, incierta, filosa, asfixiante... mientras la acción fluctúa entre lo onírico y lo cruelmente descarnado, modelando un relato complejo que se consuma en la revelación de una discordancia desoladora.Conmocionantes interpretaciones actorales y una puesta a la altura. Excelente pieza teatral.(Mónica Champredonde)  +
Haciedo eco del pasado y de la historia de Troya, estas mujeres se animan a soltar la voz y contar sus desdichas, sus tragedias, sus condenas. El final de una guerra es el comienzo de un verdadero infierno para ellas. Los dioses parecen impotentes ante el destino de una tierra condenada y ellas, las troyanas, intentarán resistir al rencor y al miedo de los hombres que las han tomado prisioneras. una historia que vuelve hasta nuestros días o que nunca terminó, como la guerra, como la sed de poder, como la resistencia. (reseña por Alejandro G. Lonac. Colaborador)  +